Onicogrifosis (uña engrosada)
La onicogrifosis es un aumento exagerado del grosor de la uña dandole un aspecto de garra o cuerno. La uña debido a este engrosamiento adquiere un color amarillento o marrón.
En esta alteración la uña hipertrofiada puede encorvarse en cuatro direcciones: en donde el borde distal de la uña crece hacia abajo, en curva lateral interna o externa hacia el dedo vecino, hacia delante, o simplemente hacia arriba en curva dorsal, en este último caso la uña pierde gran parte de su conexión con el lecho ungueal.
La desviación lateral externa es la dirección que adopta en la mayoría de los casos y en la desviación lateral interna, es frecuente en enfermos que guardan cama durante largo tiempo o postrados: ello es posible debido a que no tienen el impedimento del calzado.
Es una patología que se ve con frecuencia en personas mayores aunque también puede verse en personas jóvenes debido a algún traumatismo como algún golpe o pisotón y en deportistas que suelen sufrir hematomas subungueales los cuales pueden alterar la matriz de la uña y provocar alteraciones. Existe además una onicogrifosis juvenil provocada por defectos congénitos y la onicogrifosis adquirida por enfermedades como por ejemplo la artritis.
El crecimiento de estas uñas suele ser lento y debido al grosor resulta muy complicado, para las personas que lo sufren, cortarlas.
Como el crecimiento de estas uñas es discontinuo se puede observar en ellas surcos transversales que le dan una apariencia mas rugosa.
Puede afectar a todas las uñas pero tiene mayor incidencia sobre la primera.
Los pacientes sufren problemas con ciertos zapatos, ya que, al estar la uña engrosada el zapato le comprime produciendo dolor y a veces provocan callos debajo de las uñas (helomas subugueales) e incluso, si la presión es continuada, úlceras. También puede llegar a lesionar el dedo de al lado debido a que crece desviada.
Estas uñas pueden ir asociadas a infecciones fungías o bacterianas.
Esta patología no tiene un tratamiento definitivo por lo que se recomienda la visita al podólogo. Donde le rebajarán el grosor de la uña y se la cortarán dejándola lo mas saludable posible. Es importante, sobre todo, para las personas diabéticas o con problemas circulatorios porque, como ya hemos comentado, debajo de la uña pueden haber helomas o úlceras.
En casos severos se puede recurrir al tratamiento quirúrgico para extirpar la uña de forma definitiva.